jueves, 4 de septiembre de 2008

Música para mis oídos

En mi infancia, niñez y adolescencia debo haber escuchado inconscientemente a Ángel Luis Canales, El Diferente. En mi surquillo natal (un populoso distrito limeño), tan barrio, tan sucio, tan peligroso, tan alegre, así como otros tantos tan, existe (¿existía?) una tradición salsera de viejo cuño. Eddie Palmieri, Larry Harlow, Tito Puente, Héctor Lavoe y un largo etc., además de Canales acompañaban cualquier fiesta o tono, donde el trago de dudosa reputación, pero excelente para deshinibir los pies y la lengua, se pasaba de mano en mano.